Episode 507: 08 de Diciembre de 2025 - Notas de Elena - Material complementario de ES para adultos
NOTAS DE ELENAMaterial complementario de la escuela Sabática para adultosNarrado por: Patty CuyanDesde: California, USAUna cortesía de DR'Ministries y Canaan Seventh-Day Adventist ChurchLUNES, 08 DE DICIEMBREACUSACIONESLas dos tribus y media habían cometido un error al llevar a cabo, sin explicación alguna, un acto susceptible de tan graves sospechas. Los embajadores, dando por sentado que sus hermanos eran culpables, les dirigieron reproches mordaces. Los acusaron de rebelarse contra Dios, y los invitaron a recordar cómo habían caído castigos sobre Israel por haberse juntado con Baal-peor. En nombre de todo Israel, Finees manifestó a los hijos de Gad y de Rubén que si no querían vivir en aquella tierra sin altar para el sacrificio, se les daba la bienvenida para que participaran en los bienes y privilegios de sus hermanos al otro lado del río. En contestación, los acusados explicaron que el altar que habían erigido no era para ofrecer sacrificios, sino sencillamente para atestiguar que, a pesar de estar separados por el río, tenían la misma fe que sus hermanos de Canaán. Habían temido que en algún tiempo futuro podría suceder que sus hijos fuesen excluidos del tabernáculo, como quienes no tuviesen parte en Israel. Entonces este altar, erigido de conformidad con el modelo del altar de Jehová en Silo, atestiguaría que los fundadores y constructores de él adoraban también al Dios viviente. Con gran regocijo los embajadores aceptaron esta explicación, y en seguida se volvieron para llevar las buenas noticias a los que los habían enviado. Toda idea de guerra fue desechada, y el pueblo unido se regocijó y alabó a Dios. Los hijos de Gad y de Rubén grabaron entonces en su altar una inscripción que indicaba el objeto para el cual había sido erigido; y dijeron: "Porque es testimonio entre nosotros que Jehová es Dios". Así procuraron evitar futuras interpretaciones erróneas y eliminar cuanto pudiera ser causa de tentación. ¡Cuán a menudo provienen serias dificultades de una simple interpretación errónea, hasta entre aquellos que son guiados por los móviles más dignos! Y sin el ejercicio de la cortesía y la paciencia, ¡qué resultados tan graves y aun fatales pueden sobrevenir! Las diez tribus recordaban cómo, en el caso de Acán, Dios había reprendido la falta de vigilancia para descubrir los pecados que existían entre ellas. Ahora habían decidido obrar rápida y seriamente; pero al tratar de evitar su primer error, habían llegado al extremo opuesto. En vez de hacer una investigación cortés para averiguar los hechos del caso, se habían presentado a sus hermanos con censuras y condenación. Si los hombres de Gad y de Rubén hubieran respondido animados del mismo espíritu, la guerra habría sido el resultado (Historia de los patriarcas y profetas, pp. 555-557).