La fe en Dios no es un seguro contra tragedias. El dolor y el sufrimiento son parte integral de nuestro planeta y los cristianos no estamos exentos. Cuando recibimos un diagnóstico difícil de digerir, cuando un sueño se convierte en pesadilla, cuando un matrimonio se deshace o cuando los hijos parecen perderse, debemos tomar una decisión entre dos posibilidades: o nos dejamos derribar o nos paramos con firmeza en las promesas del Señor. Podemos rendirnos y entregarnos a la culpa, al miedo o a la ira, o podemos resistir, creyendo que todo depende de Dios. Recordemos que hasta en nuestro dolor más profundo nuestro Padre nos escucha.
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1:26:36
Altares o monumentos
Muchos cristianos de hoy confunden su fe con una lista de deseos egoístas y van a la iglesia para “empoderarse”. Sin embargo, sólo cuando usamos nuestros recursos para el servicio de Dios -ya sea dinero, autoridad, talento o influencia- es cuando construimos altares al Padre; si los empleamos en nosotros mismos, estamos erigiendo monumentos personales. Recordemos que la promesa del gozo y las recompensas de Dios se cumple cuando nos entregamos plenamente en amor incondicional a los demás.
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1:14:37
La ley del gallinero
La ley del gallinero puede darse en una granja, pero no es válida en el Reino. Cuando sintamos que somos la gallina ‘omega’, debemos recordar que no estamos solos. Al igual que David ante el tormento de Saúl, debemos permitir que sea Dios el fundamento sobre el cual nos ponemos de pie. Actuemos conforme a Su Palabra, sin rencores ni venganzas, sino con gracia y perdón. Si Dios puede confiar en que haremos lo correcto cuando nuestro Saúl está en el trono, también puede confiar en que lo haremos cuando seamos nosotros quienes ocupemos ese lugar.
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1:10:54
El juego de las puertas
En ocasiones, nuestro anhelo de conocer la voluntad de Dios suele mezclarse con nuestros deseos personales, y tratamos de manipularlo a Él para que nos diga qué hacer o qué puerta atravesar. Queremos Su garantía para sacarnos de encima la responsabilidad de la decisión. Sin embargo, tomar decisiones es una herramienta indispensable para desarrollar nuestro carácter. Una puerta abierta no significa una vida fácil, una puerta cerrada no necesariamente marca un punto final. Es tiempo de agradecer por todas las puertas que tenemos frente a nosotros: las que se abren, las que se cierran, y las que nunca se abrirán.
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55:55
La casta, la chusma y los otros
La religión es seductora porque es un sistema que nos permite sentirnos parte de una “casta especial” y medir cuán buenos somos con respecto a “la chusma”, a los demás. Pero Jesús, no hace distinción entre nosotros. Él nunca sucumbió al prejuicio, del “grupo de pertenencia”; de hecho, resumió todo cuando dijo: “Amen a sus enemigos y oren por quienes los persiguen, para que ellos sean hijos del Padre que está en el cielo. Él hace que salga el sol sobre malos y buenos, y que llueva sobre justos e injustos”. Si queremos ganar al mundo, necesitamos limpiar el mensaje de salvación, liberándolo de nuestros sesgos doctrinales. ¡Seamos libres de la religión artificial con esteroides!