Exorcismos y Éxtasis - Rocío Limo
En un arranque desesperado por encontrar nuestro mayor brío artístico, la máxima destreza poética y la ambición desmedida de nuestra malentendida estética, llegamos a la conclusión de que solo un exorcismo podría aliviar nuestra sed de poesía. Poeta es quien encarna la posesión, aunque no sepa si es demoniaca o divina, mística o maldita. Así, a punto de la excomunión, decidimos invitar a una limeña experta en exorcismos: Rocío Limo, quien desde la fuerza de su dramaturgia y su mirada artística nos cuenta cómo ha trabajado las posesiones desde sus escritos teatrales y artísticos. Nos invita a analizar su obra "María Pizarro", inspirada en la primera mujer en ser exorcizada en el Perú a causa de sus ganas de aprender a leer y de un incontrolable deseo sexoidentitario por querer ser ella misma.Por su lado, la bautizada Rosa Espinoza con los ojos en blanco trae en su Dato Rosa estadísticas y métricas sobre exorcismos en la historia de la humanidad, aludiendo a fuentes como las legiones de curas especializados en ese arte, las películas de terror de los 70s´ y su propia experiencia como posesa. El Consultorio Poético se vuelve, más bien, un Confesionario Poético, dado el tema que nos convoca y mandamos al público que nos ha escrito a la canonización o, de plano, al infierno. En la Bitácora Ruculista tratamos de tender un canal de libertad para el demonio. Nos adentramos a conversar sobre el mal sin asco ni piedad. Todos los humanos se desbordan. Todos los cuerpos se pervierten. Las fuerzas que nos controlan hacen de estas discusiones un exorcismo en sí mismo. ¿Qué sería del Fausto sin las posesiones , qué de la Condesa Sangrienta sin esos impulsos, qué de Paganini sin ambas? La historia de las posesiones es una historia de cuerpos y, por lo tanto, una historia de géneros. La historia de la posesión poética está por verse.Terminamos con un accidentado Bonus track: ya que estamos posesos, Belcebú hace de las suyas y juega dejándonos al descubierto con comentarios lamentables fuera de lugar, del programa y de cualquier paraíso.