Temporada 10 | La estrategia financiera que cambió el juego: de una botella de plástico a un negocio petroquímico
Todo comenzó con una noticia sorprendente: una empresa internacional había logrado una operación de financiamiento internacional gracias a una institución financiera mexicana. Lo más interesante: la beneficiada era la subsidiaria mexicana de una empresa italiana con décadas de historia.Los inicios en ItaliaLa historia se remonta a la década de 1950, en Italia, cuando un empresario visionario inició un pequeño negocio dedicado a la producción de botellas de plástico. Con el tiempo, la empresa creció hasta consolidarse primero a nivel regional y, más tarde, en toda Europa.La alianza y la estrategia de expansiónEn su proceso de expansión, la empresa se asoció con la gigante petroquímica Shell, interesada en el desarrollo de este mercado. Durante años, la alianza funcionó con éxito. Sin embargo, con el tiempo, Shell decidió vender su participación. Fue entonces cuando la empresa italiana, con una visión audaz, no solo adquirió esa operación, sino que comenzó a comprar otras compañías petroquímicas a nivel internacional.Diversificación e innovación Adoptaron una estrategia de integración vertical y diversificación, expandiéndose durante más de tres décadas. Ingresaron también al negocio del diseño y construcción de plantas petroquímicas, e incluso incursionaron en los biocombustibles de segunda generación: una apuesta innovadora para su tiempo.Para 2013, la empresa facturaba más de 3 mil millones de dólares, operaba en más de seis países y empleaba a más de 2 mil personas. Un verdadero caso de éxito, tanto en estrategia de mercado como en resultados financieros.Competencia feroz y decisiones arriesgadasCon el tiempo, se convirtieron en uno de los tres mayores productores de PET a nivel mundial. Sin embargo, enfrentaban una fuerte competencia, incluso con rumores de subsidios gubernamentales hacia sus rivales, lo que dificultaba competir en precios.Ante ello, el grupo italiano tomó una decisión arriesgada: aumentar su capacidad de producción en un 65 % con la construcción de una nueva planta con capacidad de 1,100,000 toneladas. Eligieron desarrollarla en Altamira, México, donde ya operaba su subsidiaria —originalmente parte de Shell y adquirida por ellos en 1995—. Esta planta abastecía aproximadamente el 35 % del PET consumido en México y exportaba el 18 % del mercado de Estados Unidos. Era una operación rentable y altamente eficiente.Una visión audaz y una estrategia de integración llevaron a esta empresa, nacida en Italia en los años 50, a expandirse por Europa y aliarse con Shell. Hoy, su diversificación y capacidad de innovación han redefinido el rumbo de la industria.Escucha la historia completa :https://youtu.be/qIvm4MllYRE