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Audio Devocional "Crezcamos de Fe en Fe" - Ministerios Kenneth Copeland

Kenneth y Gloria Copeland
Audio Devocional "Crezcamos de Fe en Fe" - Ministerios Kenneth Copeland
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  • Libera tu fe
    «Y cuando oren, si tienen algo contra alguien, perdónenlo, para que también su Padre que está en los cielos les perdone a ustedes sus ofensas» (Marcos 11:25) Son pocos los creyentes que entienden bien la estrecha correlación entre la fe y el perdón. Jesús habló de esa relación en la enseñanza sobre la fe que mueve montañas, según Marcos 11:22-26. Él dijo: «Por tanto, les digo: Todo lo que pidan en oración, crean que lo recibirán, y se les concederá. Y cuando oren, si tienen algo contra alguien, perdónenlo…» (versículos 24-25). Jesús unió esas dos frases a propósito. Su propósito era que entendiéramos que liberar a los que nos han ofendido es fundamental para recibir de Dios. El quería que grabáramos en nuestro corazón el hecho que no podemos recibir respuesta a nuestras oraciones y al mismo tiempo, guardar rencor. El rencor obstaculiza el canal de la fe y te deja indefenso, sin poder alguno en contra de los obstáculos de la vida. Si has estado orando por algo y parece que la respuesta no llega, examina tu corazón para ver si tienes falta de perdón. Pídele al Espíritu Santo que saque a la luz cualquier rencor que esté escondido. Quita de en medio lo que esté paralizando tu fe, y pronto verás cumplirse las cosas por las cuales has estado orando. Lectura bíblica: Mateo 18:21-35   © 1997 – 2019 Eagle Mountain International Church Inc., también conocida como Ministerios Kenneth Copeland / Kenneth Copeland Ministries. Todos los derechos reservados.
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    5:16
  • Avanzando, ¿o retrocediendo?
    «Por tanto, es necesario que prestemos más atención a lo que hemos oído, no sea que nos extraviemos» (Hebreos 2:1) A todos nos ha sucedido. Ponemos un poco de la Palabra de Dios en nuestros cinturones espirituales. Obtenemos algunas victorias. Por primera vez en muchos años nos va muy bien en la vida. Pero, de pronto, nos desviamos del camino y nuestro mundo se derrumba, y tenemos que comenzar otra vez. Eso fue lo que le sucedió a los creyentes de quienes se habla en la carta a los Hebreos. Habían avanzado tanto en la vida espiritual que ya podían ser maestros. Pero con el tiempo se desviaron tanto del camino que fue necesario volver a alimentarlos como a bebés de pecho (lee Hebreos 5:12). ¿Qué fue lo que los hizo tropezar de esa manera? Ellos dejaron que otros asuntos se interpusieran en el camino de la fe. Dejaron que se les olvidaran las promesas de Dios. Por esa razón se desviaron. Esto mismo le ha sucedido a multitud de creyentes en los últimos años. "Bueno, hermano Copeland —dicen algunos—, estamos cansados de este asunto de la fe. La verdad es que no tenemos tanto tiempo para permanecer en la Palabra". Esos creyentes se han olvidado de las promesas de Dios. No es que hayan dejado de creer en ellas; están más interesados en otras cosas. Han bajado mucho su nivel de conocimiento de la Palabra, y ya que un nivel bajo de Palabra equivale a niveles bajos de fe, pronto empezaron a sufrir derrotas en áreas de su vida donde antes habían triunfado. No dejes que eso te suceda. Cuando las cosas vayan bien, no sólo disfrutes las bendiciones de Dios, sino que también profundiza en lo que Él tiene para ti. Presta más atención a las promesas de Dios, concéntrate en seguir adelante y en fortalecerte espiritualmente, no sólo para que te sea suplido lo que necesitas, sino también para ayudar a los demás en sus necesidades. Recuerda: Un nivel bajo de la Palabra = un nivel bajo de fe = tropiezo. No te distraigas tanto disfrutando las victorias presentes, para que mañana no termines en derrota. Examina las cosas que has aprendido. Presta más atención a la Palabra―no menos. Mantente avanzando de fe en fe y así Satanás y sus secuaces, en vez de tratar de hacerte tropezar, se lamentarán: "¡Oh, no, ahí viene otra vez ese hombre de fe tras nosotros!". Lectura bíblica: Hebreos 5:11-14, 6:1-12   © 1997 – 2019 Eagle Mountain International Church Inc., también conocida como Ministerios Kenneth Copeland / Kenneth Copeland Ministries. Todos los derechos reservados.
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    5:17
  • Permanece en la Palabra
      «Si permanecen en mí, y mis palabras permanecen en ustedes, pidan todo lo que quieran, y se les concederá» (Juan 15:7) La palabra permanecer es muy importante. Cuando Jesús nos dijo que obedeciéramos Sus mandamientos y guardáramos Su Palabra, no estaba refiriéndose a que nos limitáramos a seguir un montón de normas y reglas de alguna religión. Lo que Él quiso decir fue que debemos dejar que Su Palabra―¡la cual es viva!―hiciera su morada en nosotros. Nos estaba diciendo que debemos pasar tiempo en ella, meditar en ella, llenar nuestra mente y nuestra boca de ella, y dejar que guíe nuestros pasos y acciones. El apóstol Pablo lo dijo de la siguiente manera: «La palabra de Cristo habite ricamente en ustedes» (Colosenses 3:16). La mayoría de los creyentes no tienen idea alguna de lo que eso significa. Y esa es una de las razones por las cuales experimentan tan poco poder. En una ocasión, Oral Roberts dijo que si la Palabra permanece en nosotros y está viva y produciendo fruto, puedes oírla. ¿Sabes lo que es tener cierta melodía constantemente en la cabeza y estar oyéndola todo el día? Pues bien, cuando permaneces en la Palabra, la tendrás siempre en tu cabeza y la oirás todo el día. Muchas veces he estado en medio de situaciones muy difíciles, preguntándome qué hacer. De repente escucho un versículo en mi interior. Esa era la respuesta a mi situación. He sido liberado por la Palabra de Dios que mora en mí. Por lo tanto, invita al Espíritu Santo para que intervenga a tu favor. Tan solo mantente diciéndole: "Cualquier cosa que traigas a mi memoria de la Palabra será exactamente lo que haré. Seré obediente a cada orden de Jesús que Tú me recuerdes". Toma la firme decisión de permanecer en la Palabra. Pronto descubrirás que la Palabra permanece en ti.   Lectura bíblica: Colosenses 3:1-16   © 1997 – 2019 Eagle Mountain International Church Inc., también conocida como Ministerios Kenneth Copeland / Kenneth Copeland Ministries. Todos los derechos reservados.
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    5:07
  • No compres una mentira
    «Si escuchas la voz del Señor tu Dios, todas estas bendiciones vendrán sobre ti, y te alcanzarán» (Deuteronomio 28:2) "Bueno, hermano, estoy seguro de que al final descubrirás que las dificultades económicas son en realidad una bendición disfrazada". ¿Alguna vez has oído a alguien repetir esa frase a otra persona que está mal económicamente? Es posible que así sea. Es una creencia popular muy común. El problema con esa creencia es que es una mentira que el diablo ha usado para mantener a los creyentes a raya. Como resultado, muchos cristianos están sufriendo una derrota financiera tras otra. Así que mejor vayamos hoy a la Palabra de Dios para aclarar el asunto de la prosperidad y la pobreza. Aclaremos de una vez por todas cuál es la bendición y cuál es la maldición. La respuesta la encontramos en Deuteronomio 28. Lo que Dios describe en los versículos del 1 al 14 es la bendición—o la prosperidad. En cambio, en los versículos 15 al 31 nos describe la pobreza—y Dios la llama una maldición. La maldición tiene como fin principal la destrucción. Su objetivo no es enseñarte algún tipo de lección especial ni hacerte más espiritual, sino el de destruirte. No importa que la pobreza sea mucha o poca; es, y siempre será, una maldición. Satanás ha hecho todo lo que ha podido para convencer al pueblo de Dios de que la pobreza es una bendición disfrazada, ¡pero la pobreza es algo que el diablo inventó! Así que no le creas ni por un momento. Renueva tu mente con la Palabra de Dios. Si eres hijo de Dios, no tienes porqué vivir bajo la maldición de la pobreza ni de ninguna otra clase de maldición. ¡Ya has sido redimido! Lectura bíblica: Deuteronomio 28:1-31   © 1997 – 2019 Eagle Mountain International Church Inc., también conocida como Ministerios Kenneth Copeland / Kenneth Copeland Ministries. Todos los derechos reservados.
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    5:21
  • Imita a los fieles
      «Acuérdense de sus pastores y líderes en autoridad [pues han sido ellos], quienes les dieron a conocer la palabra de Dios. Observen con atención los resultados de su conducta… e imiten su fe» (Hebreos 13:7, AMP) Aparte de la Palabra de Dios y de la oración, no hay nada que pueda ayudarte más que el observar e imitar a un verdadero hombre de fe. Yo lo descubrí de una manera sorprendente hace muchos años cuando era estudiante en la Universidad Oral Roberts. Como copiloto del avión que transportaba al hermano Roberts y su personal a las campañas de sanidad, tuve la oportunidad de observarlo en acción: yo iba a donde él iba, lo oía predicar y lo veía imponer las manos sobre los enfermos. Nunca olvidaré el día que tuve la oportunidad de poner en práctica algo de lo que había aprendido con él. Yo había estado en algunas de sus campañas, pero todavía era muy inexperto en la vida espiritual. Se me había asignado la tarea de ayudar a las personas inválidas para que el hermano Roberts impusiera las manos sobre ellas. Era la primera vez que me encontraba en un salón rodeado de toda clase de enfermedades. Cuando el hermano Roberts entró, en vez de imponer él mismo las manos sobre las personas, me tomó por la manga del saco y me dijo: "Haz tú la oración y pon las manos sobre esas personas". Debí haberme puesto pálido, pues nunca antes había orado por cosas como esas. Quizás hubiera orado por un dolor de cabeza o por un serio dolor en una uña, pero nada más. La primera mujer a la que nos acercamos tenía cáncer de estómago y pesaba menos de 40 kilos: era el retrato de la misma muerte. Me dirigí hacia ella y antes de que pudiera abrir mi boca, escuché una voz que dijo: "En el nombre de Jesús, toma tu lecho y anda". Al instante, ella escupió ese cáncer sobre el piso. Luego saltó de ese lecho y gritó: "¡Estoy sana!", y comenzó a correr por todo el salón. Esa experiencia cambió mi vida. Cuando me acerqué a la siguiente persona y levanté mis manos, podía sentir la sanidad fluyendo. Había visto a Jesús sanar por medio del hermano Roberts, así que, en mi mente, podía ver a Jesús sanando a través de mí. Tú puedes hacer lo mismo. Busca a una persona que camine en un nivel de fe y poder superiores a ti, y aprende de ella. Reconoce a Jesús en esas personas e imítalas. Con el tiempo, otros empezarán a ver a Jesús en ti. Lectura bíblica: 2 Reyes 2:1-15   © 1997 – 2019 Eagle Mountain International Church Inc., también conocida como Ministerios Kenneth Copeland / Kenneth Copeland Ministries. Todos los derechos reservados.
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    5:23

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Acerca de Audio Devocional "Crezcamos de Fe en Fe" - Ministerios Kenneth Copeland

Recibe una palabra de ánimo... una palabra de inspiración... una palabra de fe... ¡todos los días del año! El devocional Crezcamos de Fe en Fe, escrito por Kenneth y Gloria Copeland, aborda temas de la vida diaria como resultados de la experiencia propia. Se trata de las luchas que enfrentas a diario, luchas contra el cansancio, la irritación, los hijos, las finanzas, etc. Kenneth y Gloria Copeland te enseñarán cómo obtener la victoria, basados en La Palabra.
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