n mi columna de esta semana denuncio una verdad que duele: los ideales que dieron vida a México siguen siendo simples fantasías, porque hemos claudicado en nuestros deberes cívicos y políticos. Sin ciudadanía valiente, no hay patria digna. Léela aquí: https://www.milenio.com/opinion/diego-fernandez-de-cevallos/sin-rodeos/el-derrotero-para-la-salvacion-nacional