DIA 313 - La Prueba Produce Paciencia
Hoy estaremos leyendo Ezequiel 19-20, Santiago 1:1-18 y Proverbios 16:11-20. En Ezequiel 19 y 20, el profeta presenta una lamentación por los líderes de Israel y un repaso profundo de la historia del pueblo. En Ezequiel 19, Dios compara a los reyes de Judá con leones jóvenes que aprendieron a desgarrar la presa, pero fueron atrapados y llevados al exilio. También compara a Israel con una vid arrancada y quemada, símbolo de una nación que perdió su propósito al alejarse de Dios. En Ezequiel 20, el Señor recuerda cómo desde Egipto Su pueblo se rebeló una y otra vez, incluso después de haber visto Su poder. A pesar de todo, Dios los sostuvo, no por sus méritos, sino por el honor de Su nombre. Sin embargo, deja claro que la desobediencia tiene consecuencias, y que el propósito de Su disciplina siempre es restaurar.A lo largo del capítulo, Dios repite una frase clave: “Sabrán que yo soy el Señor.” Todo lo que permite, incluso el dolor, tiene como fin que su pueblo lo reconozca y regrese a Él. Reflexiona: ¿Estás reconociendo la mano de Dios en los procesos difíciles? ¿Estás permitiendo que la corrección divina te acerque a Él o endurezca tu corazón?En Santiago 1:1–18, el apóstol escribe a creyentes dispersos, enfrentando pruebas y tentaciones, y los anima a ver las pruebas como oportunidades para crecer. “Tengan por sumo gozo cuando se hallen en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de su fe produce paciencia.” Santiago enseña que la madurez espiritual nace de la perseverancia. También advierte que nadie debe decir: “Dios me tienta”, porque Él no tienta a nadie al mal; la tentación nace de los propios deseos desordenados. Finalmente, nos recuerda que toda buena dádiva y todo don perfecto provienen del Padre de las luces, quien no cambia ni se mueve como sombra.La fe verdadera no solo soporta las pruebas, sino que las transforma en crecimiento. Dios no nos prueba para destruirnos, sino para fortalecernos y purificarnos. Reflexiona: ¿Estás viendo tus pruebas como oportunidades para madurar? ¿Tu confianza en Dios permanece firme aun cuando las circunstancias no cambian?En Proverbios 16:11–20, la sabiduría enseña que Dios es el estándar de toda justicia. “El Señor exige balanzas exactas; Él fija el peso justo.” La integridad en los negocios y en las decisiones honra a Dios. El orgullo sigue siendo una advertencia constante: “El orgullo precede al desastre, y la altivez de espíritu, a la caída.” El sabio, en cambio, camina con humildad y prudencia. El pasaje también dice: “El que atiende a la palabra prospera, y dichoso el que confía en el Señor.” La bendición de Dios se derrama sobre los que escuchan Su voz y se mantienen íntegros, aun cuando nadie los ve.