DIA 332 - Permanezcan en Él
Hoy estaremos leyendo Daniel 9-10, 1 Juan 2:15-29 y Proverbios 23:1-10. En Daniel 9 y 10, vemos el corazón intercesor del profeta y el mundo espiritual que opera más allá de lo visible. En el capítulo 9, Daniel lee en los escritos de Jeremías que el exilio duraría setenta años. Entonces se vuelve a Dios con ayuno, oración y confesión, reconociendo el pecado del pueblo y apelando a la misericordia divina: “No porque seamos justos presentamos nuestras súplicas delante de ti, sino por tus muchas misericordias.” Dios responde enviando al ángel Gabriel, quien le revela una profecía profunda sobre la redención futura, la venida del Mesías y el cumplimiento perfecto de los tiempos.En el capítulo 10, Daniel recibe otra visión después de tres semanas de oración. Un ser celestial le aparece con poder y gloria, y le dice: “Desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte, tus palabras fueron oídas.” Pero también revela que hubo conflicto espiritual: “El príncipe del reino de Persia se me resistió veintiún días.” Aquí vemos que mientras Daniel oraba, se libraba una batalla invisible. La respuesta llegó porque él no dejó de perseverar. Reflexiona: ¿Estás perseverando en oración aun cuando no ves resultados inmediatos? ¿Reconoces que Dios escucha desde el primer día, incluso cuando la respuesta parece demorarse?En 1 Juan 2:15–29, Juan nos advierte con amor paternal: “No amen al mundo ni lo que hay en el mundo.” No se refiere a la creación o a las personas, sino al sistema de deseos que se opone a Dios: la pasión de la carne, la codicia de los ojos y el orgullo de la vida. Todo eso es temporal y pasa, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.Luego Juan habla del espíritu del anticristo—toda enseñanza que niega que Jesús es el Cristo. La defensa del creyente no es un argumento filosófico, sino la unción del Espíritu y la permanencia en la Palabra. Finalmente, Juan exhorta: “Permanezcan en Él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza y no seamos avergonzados.” La vida cristiana no es un evento, sino una permanencia diaria en Cristo. Reflexiona: ¿Estás rechazando los deseos que enfrían tu amor por Dios? ¿Estás permaneciendo en Cristo, firme en Su verdad y en la guía del Espíritu?En Proverbios 23:1–10, la sabiduría ofrece consejos prácticos sobre discernimiento, moderación y justicia. “Cuando te sientes a la mesa con un gobernante, considera bien lo que está delante de ti.” Es un llamado a la prudencia y al autocontrol, especialmente en ambientes donde la aparente abundancia puede engañar. También dice: “No te afanes por hacerte rico; sé prudente y desiste.” La riqueza es pasajera, por lo que poner la vida en ella es un error. El pasaje advierte sobre la envidia hacia los pecadores, la avaricia del egoísta que te invita pero no comparte, y el necio que no quiere instrucción. Finalmente, afirma que Dios defiende la causa del necesitado y que la injusticia no quedará sin respuesta.