Cristo, quien consolida nuestra identidad
En este episodio, reflexiono sobre la profunda búsqueda de la identidad humana, comenzando desde la antigüedad con la famosa frase "Conócete a ti mismo" que adornaba el templo de Delfos en Grecia. Esta exhortación, que impactó a Sócrates, nos invita a adentrarnos en nuestro ser, a descubrir quiénes somos realmente y a comprender que la identidad es un constante trabajo y esfuerzo para los seres humanos. Al comparar nuestra búsqueda de identidad con la claridad de los ángeles y los animales, destaco que, a diferencia de ellos, nosotros enfrentamos una crisis de identidad, lo que convierte esta búsqueda en un desafío esencial de la experiencia humana.Continuo ilustrando esta idea a través de ejemplos del reino animal, como las tortugas que, al nacer, sin ninguna guía, encuentran instintivamente el mar. Este asombroso comportamiento nos enseña que, a menudo, los seres humanos carecemos de esa claridad de propósito. A diferencia de los animales que nacen con su identidad bien definida, nosotros nos encontramos en un camino de descubrimiento. Planteo la pregunta: ¿quién eres? Esta pregunta no solo busca una respuesta, sino que se convierte en un viaje profundo hacia la autocomprensión.Discuto cómo Jesús, en el Evangelio, también nos plantea esta pregunta sobre su identidad, sugiriendo que solo a través del conocimiento de Él podemos verdaderamente conocernos a nosotros mismos. Resalto que el autoconocimiento se relaciona directamente con la claridad que uno tenga sobre quién es Cristo. A medida que entendemos a Cristo, también descubrimos nuestra dignidad, misión y sentido de vida. Abordo las lecturas de Zacarías y San Pablo, que profundizan en cómo conocer a Cristo nos transforma en personas más compasivas y generosas. Invito a considerar la importancia de "revistarnos de Cristo", es decir, de reflejar sus cualidades en nuestras vidas. La identidad cristiana implica abrazar las actitudes y sentimientos de Jesús, convirtiéndonos en portadores de su amor y generosidad.Finalmente, cierro el episodio refiriéndome a la invitación de Jesús a tomar nuestra cruz y seguirle. Sería nuestra mayor identificación con Él y la manera en que debemos identificarnos en nuestra búsqueda de identidad. A través de esta invitación, desafío a los oyentes a abrazar su fe, a descubrir quiénes son en Cristo y a vivir plenamente su vida con generosidad y amor, tal como lo hizo Él.