No puedes dar a otros lo que no tienes. Has intentado amar, perdonar y ser una mejor versión de ti, pero tienes tantas heridas en tu corazón que tu dolor está hablando por ti. Recuerda que la gente lastimada siempre terminará lastimando a otros.
Estamos viviendo en medio de una generación enfocada en sus propios intereses. Donde el amor se ha enfríado y el corazón endurecido por el dolor, la falta de perdón, el rechazo y la amargura predominan.
Una de las mayores razones de esto, es que muchas personas han permitido que las raíces de dolor a causa del rechazo crezcan en sus corazones. Probablemente depositaste tu aceptación en personas que jamás te aceptaron. Sino que al contrario, te rechazaron y lastimaron. ¿Y sabes algo? Siempre habrá alguien que te rechazará o no le agradarás. Hasta Jesús, siendo perfecto, fue rechazado y traicionado. Por eso, ya basta de vivir para otros y empieza a vivir para agradar a Dios. No necesitas la aprobación de otros para ser feliz.
Jesús defiende tu dignidad. Jesús nunca te rechazará. Él fue el primero en aceptarte. No por tu conducta, sino por su gracia. No porque tú lo merecieras, sino por su naturaleza: ¡Él es amor! Y de la misma forma como Él nos modeló amor, así debemos actuar y caminar nosotros. Deja de rechazar a otros y empieza a aceptar y extender misericordia. Probablemente la única Biblia que mucha gente lea es tu propia vida. Así que pensemos: ¿Cómo estamos modelando el amor de Cristo? ¡Aceptemos a otros como Jesús nos acepta!
No necesitas hacer que la gente se sienta culpable. Las personas no necesitan que le recuerdes lo malo que hizo. No necesitan culpa ni condenación. ¡Necesitan amor! Porque siempre: Amar Cura.
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48:32
Aférrate Al Cordón
Es inevitable que crezca el temor en nuestro corazón si no alimentamos sabiamente nuestro espíritu y nuestra alma. Cuando no nos alimentamos con la Palabra de Dios, permitimos que el mundo sea quien nos alimente con temor. El miedo está controlando la imaginación de aquellas personas que están sin alimento espiritual. ¿Estás lleno de duda o fe? ¿Resentimiento o paz? ¡Ya basta de alimentar tu incredulidad!
Si sientes que no hay salida para esa situación, aumenta la intercesión. Muchas veces Dios permite que las personas toquen en fondo para que vuelvan en sí. El llanto y el pensamiento de víctima por las circunstancias pasadas no cambia nada. Lo que nos lleva a cambiar es un arrepentimiento genuino, duradero y verdadero.
Cuídate. Sobre todo tus relaciones. No te juntes con rebeldes. El rebelde le quita la dulzura a la vida. Al juntarte con ellos, todo te sabe mal. Te sabe a amargura. Así que sé sabio en escoger con quién relacionarte.
Y sobre todas las cosas, permite que Dios sane toda herida de tu corazón, para que así, seas libre en Cristo Jesús. La falta de perdón, da cabida al enemigo. Ciérrale las puertas de una vez por todas y enfócate en agradar Dios por encima de todo.
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49:44
Rompiendo Yugos
Hoy quiero hablarle a alguien que ha llevado una carga de culpa y condenación por años: ¡No eres un accidente o un error! Tú no tienes la culpa de las malas decisiones de tus antepasados. Lee esta historia👇🏻🙏🏻
Ayer hablaba con un discípulo y me contaba parte de su historia en la niñez. Fue concebido fuera del matrimonio y al pasar sus años, parte de sus familiares le echaron la culpa de “dañar” la vida y el futuro de sus padres. Esto me llevó a recordar algunas historias en la biblia, entre ellas la de Ismael, a pesar de la decisión de sus Padres, Dios mantuvo su promesa e hizo de él una nación grande y poderosa.
Aunque satanás , tus antepasados, o quienes te rodean, hayan decidido poner una etiqueta de derrota, o maldición sobre tu vida, Dios también te ha puesto una, y es la de hijo e hija; esto significa que eres cabeza y no cola, que estás por encima y nunca debajo. ¡Dios redimió tu historia con Su sangre! Tienes propósito y ¡Dios te escogió para transformar la historia de tu familia, y tus generaciones!
Sin embargo, aquello que no decides confrontar, lo terminarás repitiendo. Decide hoy no caer en las mismas piedras de tropiezo de tus antepasadas y decide marcar una diferencia. Nuestro Padre celestial es capaz de romper cualquier yugo con el que cargaste por años (Isaías 10:27) y hacerte entender que Su propósito es más grande que tus fracasos y ¡ningún error te alejara de tu destino!
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44:40
La Milla Extra
¿Quieres progresar en la vida? Haz más de lo que te piden.
En la biblia, Jesús nos encomendó una instrucción específica, y es que cuando nos pidan una milla, caminemos dos, (Mateo 5:41). Dar la milla extra te permite caminar en una gracia especial y te ayuda a guardar tu corazón, porque cuando haces solo lo que te piden, te amargas; pero cuando vas más allá de lo establecido por la gloria de Dios y por ti, las ventanas del cielo se abren y sobreabundancia de bendiciones se derraman sobre tu vida.
Así que hermanos, les pregunto, ¿Cómo están viviendo? ¿Caminando solo la primera milla? ¿Queriendo vivir una fe cómoda? O, ¿están caminando la milla extra con Cristo? Procurando un estilo de vida de excelencia que refleje en su totalidad el amor, la verdad y la justicia de Dios en todo lo que haces.
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6:28
Zarandeo, Impulso a tu Victoria
¡No hay plan del infierno que supere el plan de Dios para tu familia!Dios tiene una obsesión con los caídos. No se si te sientes derrotado, afligido o en pecado, ¡Él te va a levantar! Y tú regreso será más grande que tú comienzo. No importa lo que estás pasando el día de hoy, ese dolor, esa pena o luto no será para siempre. Los malos tiempos vinieron a enseñarte que no son están para durar toda la vida. Hoy quiero declararte que los cielos se abrirán a tu favor, un milagro viene de camino, tu oración ha sido contestada y el tiempo de tu victoria ha llegado.Recuerda que el tiempo de zarandeo te puede agotar pero recuerda también que este viene a separar el trigo de la paja de tu vida (limpieza), a probar tu fe (carácter) y a ascenderte (promesa). Cuando sientes tu vida está bajo ataque, ¡alégrate! Porque eso quiere decir que eres una amenaza para el infierno. Siempre que quieras agradar a Dios, el diablo intentará zarandearte. Tú enfócate en orar, resistir y declarar la palabra. No te desenfoques porque para que el diablo pueda tocarte tiene que pasar por el padre, el hijo y Espíritu Santo. ¡ALELUYA!
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