Mateo 9, 35-38. 10, 1. 6-8
En la sinagoga
1) Curando: Es tarea tuya y mía también curar y, si hemos conocido a Jesús y hemos experimentado el amor de Dios, es necesario curar y aliviar. No podemos imponer más peso a la gente en sus espaldas. No podemos ser personas que hablen de lo espiritual cayendo en la legalidad. No podemos reducir el catolicismo a solo normas morales, cuando tenemos una grandeza espiritual viva y enriquecedora. Cuántos años nos hemos detenido en un púlpito condenando y hablando del infierno, olvidándonos del cielo y de la gracia de Dios. Hemos detenido y reducido la fe a un mero cumplir actos de religión, más que en mostrar a Cristo Jesús.
2) Trabajadores: Sigo diciendo que no somos conscientes de la crisis vocacional que estamos viviendo. La gente sigue exigiendo, olvidándose que cada día somos menos los curas. La otra vez en una misa tuve que juntar primeras comuniones de una escuelita, con egresados de otras escuelas, era un caos, pero no me quedaba otra, porque ya no tenía lugar en la agenda y tenía una cantidad de misas celebradas que no podía extenderme más. En ese viernes ya casi iba por mi quinta misa celebrada, pero además de ello, estaba agotado por andar en la ruta y en los pueblos, sumado a las clases en la universidad y en el colegio. Uno podría decir, pero “padre, deje las clases y quédese solo con la parroquia”, pero la pregunta es: “¿cómo me mantengo?” Porque tengo que aclararte que con el ingreso de la parroquia no llego siquiera a tener un sueldo. Ojo, no te estoy mangueando, solo te cuento, para que entiendas que la situación es difícil, pero hoy debemos intensificar nuestro ruego.
3) Vayan: Hoy tenemos que recordar que es tarea tuya y mía anunciar el evangelio. Es salir y mostrar a Cristo con tu forma de ser o con el saludar simplemente o tener para con el otro buenos gestos. Ser cristiano no pasa por vestirse de manera distinta o mostrarse como un extranjero, es estar como uno más y desde allí mostrar la paz de Cristo en nuestro encuentro con el otro. Salir a evangelizar es mostrarnos como somos y dar paz de corazón a quienes nos rodean. Algo bueno está por venir.