Hasta finales del siglo pasado, el prestigio literario estaba determinado, esencialmente, en función de:
1. La publicación en una editorial prestigiosa.
2. La venta de libros.
3. El reconocimiento de la crítica.
4. La presencia mediática.
5. El reconocimiento institucional a través de prestigiosos premios o la pertenencia a academias e instituciones relevantes.
6. La proyección internacional (obra traducida a otras lenguas, reconocimiento en Ferias y premios internacionales, crítica extranjera)
En esta sesión de La cuestión palpitante, la periodista cultural y editora Blanca Berasategui y el director literario Miguel Aguilar debaten, moderados por Lara Siscar y Antonio San José, sobre esas seis fuentes tradicionales de reputación literaria, así como sobre su pervivencia o sustitución por otras fuentes en el tercer decenio de este siglo.
Los presentadores plantearán algunas preguntas propuestas por el público en:
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