Un mártir es una persona que muere en defensa de sus ideales. Los músicos incluidos en este episodio son mártires, en consecuencia, pues murieron por el punk. Y por el jaco. Completando un análisis que empezó en la temporada #1 (ver “Pop y homicidios”, “Pop y suicidios”, etc.), Pop y Muerte tratan los fallecimientos de varias figuras emblemáticas del género. Kiko Amat se ocupa de The New York Dolls, “paciente cero” del yonkismo punk; de la extraña saga de Dave Rubinstein (Reagan Youth), con un flipante crossover a los asesinos en serie; y de las epidemias del jamaro inglesas, que se llevaron por delante a Malcolm Owen (The Ruts) o a dos The Pretenders, entre otros. Benja Villegas glosa el triste final de Steven Harwell (Smash Mouth), y de paso celebra Shreck; repasa unas cuantas “leches en coche” (D.Boon, The Exploding Hearts); y cierra homenajeando a varias “troncas flipantes”: Kim Shattuck, Kristen Pfaff, Mia Zapata y Stephanie Sargent.
--------
1:35:50
--------
1:35:50
T4 E18 Pop y locura, Pt.2
Este nuevo episodio de Pop y Muerte muestra de manera distintiva tres de los pilares que sujetan el podcast: 1) glosa épico-emocional de cosas que molan, 2) pedagogía cultural prolija y 3) hilaridad exaltada. Lo último siempre desde el respeto (es broma). El tema aquí es la locura, parte dos. Kiko Amat realiza un canto de fan a la figura de Lawrence (Felt, Denim, Go-Kart Mozart, Mozart Estate), genio obsesivo del pop inglés, maníaco del control y neurótico hipersensible; y persona bastante chiflada, en general. Benja Villegas se ocupa de Pete “Pistol” Maravich, la traumadísima “gran esperanza blanca” de Lousiana State, quien acabó hablando con extraterrestres y, peor aún, alimentándose de verdura y haciendo yoga. Kiko Amat clausura el capítulo con un regocijado análisis de Margery Kempe, la mística delirante inglesa del siglo XIV que celebraba la “hombría de Cristo” y deseaba que Dios le besara los pies “amorosamente”.
--------
1:27:08
--------
1:27:08
T4 E17 Pop y cómicos
“La buena comedia es veraz, y la verdad es cruel”, afirma el stand-up protagonista de Sin supervivientes, la gran novela de Sam Tallent. Para Benja Villegas y Kiko Amat, los cómicos outlaw, indómitos y kamikaze, representan una de las disciplinas más puras que existen. Una “forma de arte ignorada”, que Pop y Muerte celebran en este nuevo episodio, plagado de humoristas no domesticados y, básicamente, gente que era más graciosa que el resto de la gente. Villegas repasa a sus super-favoritos de Saturday Night Live: Chris Farley, John Candy y John Belushi; Gilda Radner, Madeleine Kahn y Andy Kauffman. Amat relata las vidas de dos stand-up que marcaron su vida, Bill Hicks y Richard Pryor, y, en un nuevo alarde de inestabilidad mental, repite de memoria varios gags ilustres. Madres, no dejéis que vuestros hijos se hagan cómicos
--------
1:46:40
--------
1:46:40
T4 E16 Pop y Oklahoma City Vol.2
Nos complace ofrecerles el segundo capítulo de Pop y Muerte dedicado al Oklahoma City Bombing, grabada ante público en La Sala by Lascrit. En esta esperada secuela, Kiko Amat empieza narrando con imprevisto detalle el suicidio de Vince Foster, y la conspiranoia que lo acompañó, y enlaza los hechos con los peripatéticos (también patéticos) últimos meses, y días, y horas, de Tim McVeigh. El relato es a ratos chocante, a ratos tétrico, a menudo hilarante. Benja Villegas, poniendo en riesgo su cordura, se enfrenta a los telefilmes y series inmundas dedicadas a la tragedia, así como a la completa ausencia de música decente asociada al caso. El capítulo termina con el asunto aquel de las “ciento sesenta y ocho víctimas y cuarto” que prometimos en la entrega previa.
--------
1:28:46
--------
1:28:46
T4 E15 Pop y Oklahoma City Vol.1
Pop y Muerte no es un podcast “de actualidad”, y suele mirar a los temas en boga con una mezcla de prevención y desgana. Dicho esto, la remembranza de ciertas efemérides se antoja obligatoria: el pasado 19 de abril fue el aniversario del atentado al Oklahoma City building, perpetrado por Tim McVeigh en 1995, donde murieron 168 personas y cuarto (no pregunten). Kiko y Benja, quienes en episodios previos habían tratado dos eventos del interrelacionado cuarteto de matanzas (Waco y Columbine), estudian en esta entrega varios aspectos del Oklahoma City Bombing: los sucesos del día de autos; la detención del responsable; el deplorable bagaje de Tim “Fideo” McVeigh (que explican con profusión de detalles no wikipedizables); el juicio y condena de los tres involucrados (Terry Nichols y Michael Fortier, uno Retrasado y otro Asqueroso); y mucho más. Un capítulo para “aprender divirtiéndose”, que decían en Barrio Sésamo.
Los grandes genios de la historia siempre han estado fuera de su tiempo. O mejor en contra de él. Kiko Amat (1971) y Benja Villegas (1982), también conocidos como Pop y Muerte, se conocieron en la radio hace cinco años, y no han dejado de parlotear desde aquel día. Podcasters-que-no-han-escuchado-podcasts, a estos dos hijos de la periferia barcelonesa les une el amor por la cultura popular, la nerdidad no-cursi y la erudición outsider. En Pop y Muerte aplican su innato amor por la oralidad (dicho de otro modo: decir paridas en público) y un notable discurso pop, derivado de sortear una educación formal y sustituirla por discos, cómics, films y libros flipantes.
Más a contrapelo que JK Huysmans en un día farruco, Pop y Muerte regresan con el tercer año triunfal de un podcast que no tiene aliados, parientes ni antecedentes. Una anomalía parlante. Si en la primera temporada hablaron de muerte en el pop, y en la segunda regresaron a su vieja afición homicida serial (de hablar sobre ello; no de practicarlo), la tercera nos traerá un smorgasbord de psicopatía sexual, muertes de mierda (3ª entrega), mákina, sectas, abducciones y tortura. Si estás hasta el gorro de chefs y cocinitas, consultorios sentimentales y actualidad cultural (auch), unéte a Pop y Muerte en su tercera gran cruzada contra la cultura seria. STAY WEIRD.