Navegadores, viento en popa
Durante años fui fiel a Chrome por sus DevTools, el estándar para desarrollo web moderno. Pero seamos sinceros: la RAM y la batería de tu Mac sufren más que si estuvieras minando criptomonedas. Safari, el navegador nativo de Apple, es todo lo contrario: fluido, eficiente y la batería aguanta jornadas enteras sin despeinarse. Sin embargo, en cuanto necesitas herramientas más avanzadas para desarrollo web, te encuentras limitado y deseando más opciones.
Desde hace tiempo vengo leyendo y escribiendo artículos, viendo comparativas y probando todos los navegadores que caen en mis manos con la idea utópica de encontrar ese único navegador que lo domine todo. Pero el panorama se ha puesto todavía más interesante con la llegada de la IA. De hecho, pasé una tarde entera debatiendo esto con Perplexity y ChatGPT, afinando mi decisión, y te la cuento al final. Antes, vamos por un repaso esencial… como en una charla entre colegas.
El repaso de navegadores: lo bueno y lo malo
Safari: El rey de la eficiencia en los Mac: carga las webs volando y tu batería lo agradece. La privacidad está muy cuidada y el rendimiento es siempre suave. ¿El punto flaco? Pocas extensiones y, sobre todo, herramientas de desarrollo avanzadas insuficientes para quienes exigen mucho.
Chrome: No necesita presentación. Es el estándar mundial entre desarrolladores, con DevTools superiores y compatibilidad total. Pero en Mac se vuelve pesado: RAM y batería bajan en picado, aunque es el más usado por su ecosistema y sincronización total con Google.
Brave: Un “hijo” de Chromium que apuesta por la ligereza y la privacidad, bloqueando anuncios y rastreadores de serie. Si tienes muchas pestañas abiertas y buscas navegar limpio, Brave es ideal para tareas sencillas y desarrollo básico.
Edge: Microsoft ha sorprendido optimizando Edge como nadie para los chips Apple Silicon. Es más eficiente que Chrome, va un 20% más rápido, y los DevTools son casi idénticos. En desarrollo web, sobre todo con WordPress, es perfectamente válido y menos demandante con la batería y memoria que Chrome.
Firefox: Perfecto para pruebas de calidad, ya que usa el motor Gecko, y te permite ver cómo se comporta tu web fuera de los omnipresentes Chromium y WebKit. Su versión Developer Edition lleva el inspector de Grid, depurador y personalización al nivel más alto.
Opera y otros: Si buscas multitarea y gestión de pestañas, Opera es rápido y versátil. Pero en desarrollo avanzado no es el favorito, aunque no deja de ser una alternativa válida si buscas más variedad.
Foto de Nubelson Fernandes en Unsplash
Experiencia y solución práctica
Mi experiencia estos meses resume toda esta batalla: Safari funciona de maravilla en los Macs actuales, especialmente desde los M1 en adelante, donde la eficiencia del sistema y la batería se disparan. En mi viejo MacBook Pro usaba Chrome por velocidad, pero en el M1 fue el único software que conseguía activar los ventiladores y calentar el equipo, incluso utilizando Rosetta. Abandoné Chrome, y me lancé a usar Safari para todo, incluso para implementar webs sencillas. Sin embargo, a la hora de revisar el trabajo en otros navegadores, las diferencias aparecen. Chrome, al ser el más utilizado, es el referente, y me ha tocado volver a testear muchas webs que en Safari se veían perfectas pero en Chrome no tanto.
¿La clave? Safari para el día a día y Edge para desarrollo web. Edge tiene todos los beneficios de Chromium sin devorar recursos como Chrome, y permite instalar las extensiones que todo desarrollador ama. Así mantengo ese binomio eficiente y flexible. Si usara Windows, combinaría Edge y Brave para sacar lo mejor en privacidad y desarrollo. En Mac, Safari debería ser tu navegador principal, y si llega el momento de programar, Edge te da todo lo que pides sin comprometer tu Mac.
Consejos extra y conclusión
No temas tener varios navegadores abiertos, pero gestiona con cabeza: perfiles separados por proyecto,