México en pleito con Estados Unidos por la mina de Calica
En un contexto en el que Estados Unidos pone en la agenda mundial la extracción de minerales raros, el Congreso estadounidense le pide a México que reconsidere el caso de la minera Calica, cerrada en 2022 por violar las leyes ambientales. En pleno Caribe mexicano, muy cerca de los destinos turísticos mundialmente conocidos de Playa del Carmen y Cozumel, se extienden las 140 hectáreas de la Calica, la empresa estadounidense que comenzó a explotar desde 1986 piedra caliza y a llevarla a Estados Unidos para pavimentar las calles. “Una de las compañías más grandes de asfalto de Estados Unidos”Cuando aumentaron sus extracciones, también aumentaron sus ambiciones, como lo recuerda a RFI el abogado y defensor del medioambiente Quetzal Tzab: “Es una compañía muy fuerte, muy grande, en la cual estaban involucrados, por supuesto, muchos funcionarios políticos de aquel entonces. Y bueno, esa compañía, que fue pequeña, destruyó, y hoy en día es una de las compañías más grandes de asfalto de Estados Unidos”. Durante el sexenio del expresidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, a Calica se le retiraron los permisos, y clausuraron sus instalaciones porque comenzaron a extraer minerales en una zona restringida. Destruyó cenotes y acuíferos, y provocó un grave desequilibrio ecológico en la región, pero además de eso también sería la responsable de enfermedades respiratorias que aquejan a los lugareños. “Una de las cosas más preocupantes y sobre la cual todavía no se ha hecho una investigación profunda es la problemática que hubo en los años de apogeo, que era el polvo que emitían al explotar las dinamitas. Es sabido que mucha gente de ahí sufre de asma. Mucha gente ha fallecido a causa de eso”, explica Quetzal Tzab. “Dicen basta”Del lado de Estados Unidos, la empresa demandó al Gobierno de México por 1.500 millones de dólares. Y del lado mexicano, la presidenta Claudia Sheinbaum busca conciliación con los empresarios y con los congresistas estadounidenses que apoyan a la empresa, pero también los locales se organizan, porque de acuerdo con el abogado, no permitirían que la minera opere nuevamente. “Los actores principales, que vienen siendo los habitantes de las comunidades, ya dicen basta, basta ya sacaron suficiente, dicen no, ya no, que no se abra, porque se dan cuenta por las casas también dañadas que hubo durante las explosiones, y las enfermedades”, subraya Tzab. El argumento de Estados Unidos para defender a la minera es que se trató de una expropiación. Pero México afirma que el expresidente AMLO sólo decidió cambiar el uso de suelo a “Área natural protegida“, y que no se trató en ningún momento de expropiación: “No hay expropiación. Ahora es un área natural protegida donde no se permite la explotación de estos materiales porque está afectando gravemente el ambiente”, dijo Sheinbaum.“Nunca hubo expropiación, las tierras son de ellos, el terreno es de ellos. El problema es que ellos se salieron completamente del área de explotación que tenían autorizada y se fueron a otras áreas, afectando cenotes y acuíferos”, precisó la presidenta.